17/12/11

Esbozos de "Petrolífera"


(En una estación petrolífera, a kilómetros de distancia de la orilla más cercana)

¡Vamos valiente! Sin descanso. A ver quien puede más. Deja al cielo que se escarcee en la piedad. Tú eres mar, llevas la ira enredada entre los dientes de cada una de tus olas. No te acobardes. Enséñame la virtud del náufrago. Saca a flote los cadáveres que encierras: Un ejército de cuerpos hinchados, blancos y morados; envueltos de algas; ni una gota de sangre derramaste para hacerlos sucumbir. Lánzalos contra mis torres.


Aquí no escasea el tiempo. La última embarcación se fue con la prisa. Lento y cansado es mi trabajo, por eso en cuanto tengo posibilidad de desafiar a los elementos no dudo en hacerlo; eso y arponear a los balleneros. ¡Es tan divertido ver a esos hijos de puta desconcertados! El Viejo Lobo del Metal me llamaban; ahora cuando se dirigen a mí prefieren llamarme Hijo de Perra, o Loco... sí, creen que estoy loco, trataron de sacarme de esta vieja estación petrolífera un par de veces. Dejaron de intentarlo cuando conocieron a ciencia cierta mi habilidad con los arpones.


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Donde no me moleste el humo de los niños, del tabaco de los niños, de sus rifles de asalto, de sus negros pulmones; el humo negro de sus negros sueños.

1 comentario:

Libertad dijo...

Me alegra tu petrolífera vuelta,

y me inquieta